Ingredientes:
200 gramos de chocolate negro
150 gramos de chocolate con leche (o el que prefieras)
1 lata de leche condensada (370 gr)
30 gramos de mantequilla
Preparación:
En una olla ponemos la leche condensada, la mantequilla y el chocolate troceado finamente a fuego medio-bajo, hasta que lentamente se funda, mezclando cada cierto tiempo con una espátula de silicona. ¡Cuidado de que no se queme!
Cogemos una fuente cuadrada de unos 20-23 centímetros, forramos bien con film transparente el fondo y los laterales, y vertemos nuestra mezcla de chocolate con la ayuda de una espátula, cubriendo toda la fuente y nivelando la superficie. No debería quedar de una altura mayor a 2-3 centímetros. Metemos en la nevera unas 6 horas.
Una vez que se ha endurecido, podemos cortarlo con un buen cuchillo en cubos de 2-3 centímetros y guardar en la nevera hasta que se consuman. Yo los guardo en una caja de metal forrada de film transparente y tapada. Se mantiene varios días sin perder su sabor y aroma.
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